Nacimiento
Nació en (Viena,
el 28 de julio de 1902 – Londres,
Ámbito familiar
Karl fue hijo del
abogado judío Simon Siegmund Carl Popper, nacido en Praga, y de su esposa Jenny
Schiff. De la familia Schiff provenían varias personalidades significativas de
los XIX y XX tales como el director de orquesta Bruno Walter.
En la Viena de
principios del siglo XX que vió nacer a Karl Raimund Popper, la situación de
los judíos era compleja: por un lado, pertenecían a las capas medias y altas de
la sociedad, y ocupaban con frecuencia posiciones destacadas en la economía y
la política: por ejemplo, el acomodado Simon Siegmund colaboró estrechamente
con el alcalde liberal Raimund Grübl; pero, por otra parte, eran habituales las
demostraciones de antisemitismo. Cuando Karl Popper comenzó sus estudios
universitarios en la década del 1920 la escena política estaba dominada
efímeramente por la izquierda: florecía entonces la llamada Viena Roja. También
Popper, interesado principalmente en la pedagogía política, se implicó en este
movimiento, ingresando en las juventudes socialistas. Brevemente llegó a formar
parte, incluso, del partido comunista. Sin embargo tras un violento
enfrentamiento entre los comunistas y la policía vienesa en el que perecieron
ocho personas, Popper se alejó rápidamente del comunismo.
Tras presentar en
1928 una tesis doctoral fuertemente matemática dirigida por el psicólogo y
lingüista Karl Bühler, Popper adquirió en 1929 la capacitación para dar
lecciones universitarias de matemáticas y física. En estos años tomó contacto
con el llamado Círculo de Viena. No obstante su cercanía con este, Popper
cuestionó siempre algunos de los postulados más significativos de este grupo de
pensadores, lo que dificultó su integración en él. En cualquier caso, el
Círculo se vio influido por la fundamentada crítica de Popper y, de hecho, La
lógica de la investigación científica (en alemán Logik der Forschung),
principal contribución de Popper a la teoría de la ciencia, apareció por
primera vez en una serie de publicaciones del propio círculo vienés, a pesar de
que contenía una moderada crítica al positivismo de esta comunidad de
filósofos. La obra fue recibida como fruto de las discusiones del círculo, lo
que llevó a muchos a calificar equivocadamente a Popper como positivista.
En el Canterbury
College en Christchurch, Popper vivió aislado y hasta cierto punto desconectado
de un mundo que se precipitaba entonces en el torbellino de la Segunda Guerra
Mundial. En este entorno Popper redactó La sociedad abierta y sus enemigos (en
alemán Die offene Gesellschaft und ihre Feinde). También de aquella época data
su amistad y colaboración con el neurobiólogo John C. Eccles, junto al que
escribiría El Yo y el cerebro en 1977.
Los logros
filosóficos de Karl Popper le valieron numerosos reconocimientos, tales como
ser nombrado caballero por la reina Isabel II de Inglaterra en 1969. Recibió la
insignia de Compañero de Honor (Companion of Honour) en 1982, el premio
Lippincott de la Asociación Norteamericana de Ciencias Políticas y el premio
Sonning. Fue miembro de la Sociedad Mont Pelerin, una comunidad de estudios
fundada por Hayek para promover una agenda política liberal, así como de la
Royal Society de Londres, con el rango de miembro, y de la Academia
Internacional de la Ciencia. Entre otras, cultivó la amistad del canciller
alemán Helmut Schmidt. Algunos conocidos discípulos de Popper fueron Hans
Albert, Imre Lakatos, y Paul Feyerabend.
Pensamientos
Epistemología
Popper expuso su
visión sobre la filosofía de la ciencia en su obra, ahora clásica, La lógica de
la investigación científica, cuya primera edición se publicó en alemán (Logik
der Forschung) en 1934. En ella el filósofo austriaco aborda el problema de los
límites entre la ciencia y la metafísica, y se propone la búsqueda de un
llamado criterio de demarcación entre las mismas que permita, de forma tan
objetiva como sea posible, distinguir las proposiciones científicas de aquellas
que no lo son. Es importante señalar que el criterio de demarcación no decide
sobre la veracidad o falsedad de una afirmación, sino sólo sobre si tal
afirmación ha de ser estudiada y discutida dentro de la ciencia o, por el
contrario, se sitúa en el campo más especulativo de la metafísica. Para Popper
una proposición es científica si puede ser refutable, es decir, susceptible de
que en algún momento se puedan plantear ensayos o pruebas para refutarla
independientemente de que salgan airosas o no de dichos ensayos.
Era tarea de la
filosofía desenmascarar los sinsentidos de muchas proposiciones autodenominadas
científicas a través de la aclaración del significado de las proposiciones. A
Popper se le encuadró en dicha escuela cuando formuló su idea de la
demarcación, pero él mismo se encargó de aclarar que no estaba de acuerdo con
dicho planteamiento, y que su tesis no era ningún criterio de significación
(Popper siempre huyó de cualquier intento por aclarar significados antes de
plantear teorías). Es más, Popper planteó que muchas proposiciones que para
Wittgestein tenían significado no podían calificarse como ciencia como, por
ejemplo, el psicoanálisis o el marxismo, ya que ante cualquier crítica se
defendían con hipótesis ad hoc que impedían cualquier refutación.
En el sistema de
Popper se combina la racionalidad con la extrema importancia que la crítica
tiene en el desarrollo de nuestro conocimiento. Es por eso que tal sistema fue
bautizado como racionalismo crítico.
Las ideas de
Popper sobre el conocimiento científico pueden considerarse como la base que
sustenta el resto de sus contribuciones a la filosofía. Además han gozado de
enorme popularidad desde que fueron publicadas por primera vez y, al menos
entre la comunidad científica, el concepto de falsabilidad ha enraizado
fuertemente y es comúnmente aceptado como criterio válido para juzgar la
respetabilidad de una teoría. Consciente de ello, y de las críticas que
suscitaron sus teorías, Popper amplió y matizó su trabajo originario en
sucesivas ediciones y postcripta.
Popper hace
mención en este escrito que para cada conjetura existe ha existido y siempre
existirá una refutación, lo que significa que: si algo tiene la posibilidad de
ser falso puede ser cierto. Sin embargo cuando algo no puede ser falso es tan
utópico que nunca podría ser verdadero. Ya que para que exista la posibilidad
que sea real, necesita su contraparte de ser falso. Ya que para que exista algo
real debe existir su lado irreal. Y es mediante a su dilema del falsacionismo,
que Popper logra explicar que para que exista ciencia deben existir modelos
científicos que expliquen sucesos o verdades y que sean totalmente aplicables a
la realidad para que funcionen en la mayoría de los casos. Y es por esto que
deja afuera a todas las ciencias sociales, ya que estas no están metódicamente
explicadas por modelos, simplemente se basan en la observación de patrones y
fundamentos.
Popper expresa
así que todo el tiempo estamos elaborando teorías e hipótesis de acuerdo a
nuestras expectativas y la mayor parte del tiempo las estamos experimentando a
las cuales las llama conjeturas. Al momento de que una teoría puede ser
contrastable, aunque no se pueda verificar, es falseable. Cuando se generaliza
algo y puede haber una excepción, una refutación, se convierte en teoría
científica. Así él confirma que no se trata de verificar infinitamente una
teoría, sino de encontrar algo que la convierta en falsa; haciéndolo lógico y
no metodológico. Con esta idea el crecimiento del conocimiento científico se
encarga de eliminar teorías y crear una división entre la ciencia y la
metafísica, por medio de conjeturas, que se ponen a prueba y refutan
principalmente por científicos.
Sociología
Además de sus
notables contribuciones a la epistemología, Popper es recordado por muchos como
un filósofo, teórico del liberalismo y defensor de la sociedad abierta frente a
los sistemas que, según su concepción, resultaban totalitarismo, tales como el
comunismo y el nacionalsocialismo. Sin embargo, para comprender sus posiciones
políticas, es preciso partir de sus aportaciones a la teoría del conocimiento
La obra más
conocida de Karl Popper es La sociedad abierta y sus enemigos, escrita durante
la Segunda Guerra Mundial desde su exilio en Nueva Zelanda. En ella el autor se
propone aplicar a la política sus teorías sobre la ciencia y el avance del
conocimiento.
Este
reconocimiento moral que Popper otorga a sus adversarios ideológicos es
particularmente visible en la consideración con la que trata a Karl Marx puesto
que, si bien puede considerarse a La sociedad abierta y sus enemigos una
acerada crítica al marxismo, el pensador vienés reconoce en Marx un sincero
interés en mejorar las condiciones de las clases humildes, así como valiosas
aportaciones a la sociología, en el sentido de convertirla en una ciencia
autónoma que dispone de sus propias categorías (tales como las instituciones) y
que queda felizmente despojada del psicologismo de Stuart Mill.
Otra conocida
obra de Karl Popper es el opúsculo La Miseria del historicismo, cuyo título
parafrasea el de la obra de Karl Marx La Miseria de la Filosofía, a su vez una
burlesca crítica a La Filosofía de la Miseria, de Proudhon. El libro lo dedica
"en memoria de los incontables hombres y mujeres de todos los credos,
naciones o razas que cayeron víctimas de la creencia fascista y comunista en
las 'leyes inexorables del destino histórico'".
Críticas
Thomas Kuhn, en
su influyente obra La estructura de las revoluciones científicas argumentó que
pocas veces los científicos han actuado siguiendo estrictamente los postulados
popperianos del falsacionismo. Por el contrario, Kuhn defiende la tesis de que
la ciencia ha avanzado a través de paradigmas que dominan la mentalidad de cada
época: los nuevos desarrollos científicos son únicamente examinados a la luz del
paradigma en uso y sólo raramente ocurre una revolución que cuestiona el
paradigma mismo. Imre Lakatos, discípulo de Popper, trató de reconciliar esta
postura con la de su maestro mediante la introducción de programas de
investigación que serían el objeto de crítica y falsación, en lugar de las más
concretas proposiciones universalmente válidas de las que hablaba Popper. En
este contexto, la tesis de Quine-Duhem afirma que es imposible contrastar una
hipótesis aislada, puesto que ésta siempre forma parte de una red
interdependiente de teorías. Otro discípulo de Popper, Paul Feyerabend tomó una
posición mucho más radical: no existe ningún método general para ampliar o
examinar nuestro conocimiento y la única descripción del progreso científico es
anything goes
En las ciencias
sociales, Popper mantuvo una viva controversia conocida como la disputa
positivista de la sociología alemana. El enfrentamiento fue abierto por un
ensayo titulado Lógica de las ciencias sociales que fue presentado por Popper
en 1961 en el congreso de la Sociedad Alemana de Sociología en Tübingen. El
filósofo vienés y su discípulo Hans Albert afirmaron que toda teoría con
pretensiones científicas, aun dentro de las ciencias sociales, debía ser
falsable. A esta visión de la Sociología se opusieron los dialécticos de la
Escuela de Fráncfort, Theodor Adorno y su discípulo Jürgen Habermas. En este
contexto ha de entenderse una carta de Popper, publicada sin su consentimiento
en 1970 en el semanario alemán Die Zeit y titulada Contra las grandes palabras.
En ella, Popper ataca duramente la obra de Adorno y Habermas acusándolos de
emplear un lenguaje inflado y pretencioso pero vacío de contenido.
En la
historiografía es decir, historia del pensamiento se ha criticado la
utilización de categorías a históricas por parte de Karl Popper en su
evaluación de la obra de autores clásicos, en especial Platón. Klosko,
(Philosophy of the Social Sciences.1996; 26: 509-527) destaca que en La
sociedad abierta y sus enemigos Popper presenta a Platón como un antecesor del
totalitarismo moderno, una categoría que sólo cobra sentido en el mundo
posterior a la Gran Guerra y que en la Antigüedad podría aplicarse con cautela
al caso particular de la sociedad espartana. Según esta crítica, Popper
subordina el conocimiento histórico a su uso político de la historia, y se
desentiende de las preocupaciones metodológicas de la buena historia del
pensamiento, como la necesidad de recurrir a la filología y la reconstrucción
contextualizada del sentido para acercarse a una realidad antropológicamente
lejana como la Grecia clásica.
Obras
Logik der
Forschung, 1934 (La Lógica de la Investigación Científica): En el momento de su
aparición en Alemania pasó casi inadvertida, y solo empezó a ser tenida en
cuenta a partir de su traducción al inglés en 1959. Retocada en 1968 para una
nueva edición, la obra marca distancias respecto del neopositivismo dominante a
partir del Círculo de Viena.
The Open Society
and Its Enemies, 1945 (La Sociedad Abierta y sus Enemigos): Redactada durante
sus años de exilio, su primera edición lo fue en inglés. Analiza Popper muy
críticamente las visiones políticas sustentadas por Platón, Hegel y Marx. Apareció
una edición revisada en 1966.
The Poverty of
Historicism, 1961 (La Miseria del Historicismo): Publicada en inglés
originalmente, es una crítica del marxismo en la línea de su obra anterior. En
1961 se publicó una segunda versión corregida.
Conjectures and
Refutations: The Growth of Scientific Knowledge, 1963 (Conjeturas y
Refutaciones: el Crecimiento del Conocimiento Científico): Revisada por el
autor en 1972, se trata de una obra producto de varios años de trabajo; algunos
de sus escritos se publicaron de forma independiente antes de aparecer reunidos
aquí.
Traducciones al
español
La sociedad
abierta y sus enemigos 2006 Ediciones Paidós Ibérica ISBN=978-84-493-1847-4
Conocimiento
objetivo: un enfoque evolucionista 2005 Editorial Tecnos ISBN=978-84-309-0488-4
El mito del marco
común: en defensa de la ciencia y la racionalidad 2005 Ediciones Paidós Ibérica
ISBN=978-84-493-1796-5
Sociedad abierta,
universo abierto: conversación con Franz Kreuzer 2002 Editorial Tecnos
ISBN=978-84-309-1105-9
Muerte
Muere el 17 de septiembre
de 1994
nota: http://filosofia.laguia2000.com/general/popper-karl-raimund